La seguridad laboral es una disciplina con sus respectivas técnicas, normas y prácticas que tiene como propósito garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores. Previene los riesgos de que las personas sufran daños, lesiones, accidentes o enfermedades mientras desempeñan sus actividades laborales. Al mismo tiempo aumenta el confort y el bienestar de los colaboradores al realizar sus tareas.
Una escasa e incompetente seguridad en el empleo no solo afecta a los trabajadores sino también a las empresas. La disminución de la productividad, el aumento del ausentismo y las pérdidas por daños personales como en los equipos y materiales son unas de las principales consecuencias.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por año existen aproximadamente 2,6 millones de muertes por causas laborales o relacionadas.
Aunque atender la seguridad laboral es una obligación y responsabilidad para las industrias, en ocasiones, se suele minimizar su relevancia y a veces hasta se la malinterpreta. En esta nota abordaré los principales mitos al respecto.
5 mitos sobre seguridad laboral
- Cumplimiento legal es igual a prevención
Cumplimentar todas las exigencias legales en relación con la seguridad, higiene y salud en el trabajo es un deber y compromiso sine qua non. De todas formas, el mero cumplimiento de la legislación vigente no garantiza que se minimicen los riesgos.
La evaluación de posibles peligros en procedimientos y operaciones de trabajo debe ser constante, procesual y sistemática.
Asimismo, cumplir los protocolos preventivos especialmente diseñados para prevenir accidentes y hábitos perjudiciales e implantar buenas prácticas asegura que los empleados estén mejor protegidos.
- “Riesgo bajo” es sinónimo de “no riesgo”
En las industrias que esporádicamente hay accidentes se tiende a suponer que esta tendencia continuará de ese modo. Sin embargo, cada sitio laboral tiene sus propios riesgos. Por tal motivo no se debe descuidar el monitoreo y hacerle en función de las características de cada establecimiento y actividad que en éste se desarrolle.
- La prevención solo es importante en trabajos peligrosos
Este es un error extendido, las prácticas de seguridad en el trabajo afectan a todos los puestos. Incluso los empleos que suelen parecer de menor peligrosidad, deben atender a criterios de prevención para evitar accidentes.
Existen desde riesgos ergonómicos por posibles lesiones debido a movimientos repetitivos, hasta riesgos ambientales por exposición a ruidos, vibraciones, condiciones climáticas adversas, etc. Sin dejar de mencionar los riesgos psicosociales en relación al estrés, acoso y presión laboral.
- La salud laboral es costosa y requiere mucho tiempo
Es sabido que ocuparse de la seguridad y capacitación de los trabajadores así como de adquirir el equipamiento de control y monitoreo adecuados implica tiempo y dinero.
Pero si no se atiende este aspecto primordial los costos pueden ser mayores. Como por ejemplo, sanciones por incumplimientos, renuncias, indemnizaciones más costosas de lo habitual, una imagen empresarial obsoleta y desprestigiada.
Debemos bregar para que la cultura de seguridad laboral no solo sea una herramienta, sino que termine siendo parte 24/7 de la vida de los trabajadores.
- Capacitar en materia de seguridad y salud en el trabajo disminuye la productividad
Se cree que destinar jornadas a capacitar a los trabajadores en medidas, protocolos, situaciones de crisis y amenazas implica perder en productividad. En realidad todo lo contrario, solo que hay que tener paciencia y esperar los efectos a mediano plazo.
Colaboradores eficientemente protegidos e instruidos, provocarán menos incidentes y tendrán menos accidentes. Además, se sentirán tenidos en cuenta y su implicación y motivación laboral irá en alza.
¿Cómo se puede mejorar la seguridad laboral?
Previsión, prevención y protección son la clave. Estos tres aspectos no se deben descuidar.
Para ello será de suma importancia conocer las leyes vigentes que rigen la prevención de riesgos laborales y la seguridad y salud en el trabajo. También se deberá atender a las normativas corporativas.
Además se tendrán que identificar las posibles contingencias y eventuales riesgos en los diferentes puestos de trabajo. Asimismo, cuáles son los protocolos de actuación pertinentes. Por ejemplo, en el caso de que exista una herramienta en mal estado, deberá reemplazarse. Si hay un área sin la señalética correspondiente, deberá realizarse o corregirla.
A su vez, es importante mantener informados y capacitados a los trabajadores para que puedan desempeñar sus tareas con la máxima seguridad.
Se deberá supervisar las tareas de los colaboradores para comprobar que son seguras y respetan las recomendaciones de los protocolos. Así como también proveer el equipamiento adecuado para su protección.
Las instalaciones deben estar controladas y monitoreadas eficazmente, con tecnología de última generación.
No solo es deseable sino que debemos ocuparnos para que en un futuro no tan lejano la seguridad laboral sea parte del “sentido común”. Mientras tanto tenemos el compromiso de generar entornos laborales seguros y de calidad para los trabajadores.
En Baldor podemos ayudarte a crear la cultura de seguridad laboral para tu industria, porque contamos con las herramientas y equipos de monitoreo necesarios para que puedas lograrlo.