La iluminación en el trabajo constituye un factor primordial para la seguridad. No sólo debe considerarse como un agente físico que actúa directamente sobre la actividad productiva sino que afecta también el ambiente laboral. ¿Por qué? Porque una buena iluminación previene accidentes, tales como golpes, caídas, cortes, etc. Y una mala iluminación puede generar falta de comunicación, agresividad en el equipo de trabajo.
La inadecuada iluminación constituye un riesgo para los trabajadores. Se estima que la falta de iluminación es causal de un 15% de los accidentes de trabajo. La legislación laboral argentina establece requisitos mínimos para la iluminación en los ambientes laborales, con el objetivo de prevenir accidentes y enfermedades profesionales relacionadas con la visión.
El acondicionamiento lumínico debe ser acorde a cada tarea a realizar. Es necesario realizar un análisis de la infraestructura lumínica necesaria y considerar también las peculiaridades de cada trabajador.
¿Cuáles son los niveles adecuados de luz?
Para desarrollar una actividad laboral en condiciones favorables es imprescindible tener en cuenta tanto la luz como la visión pero, ¿cómo saber cuáles son los niveles adecuados de iluminación en el trabajo? Uno de los métodos más precisos para hacerlo es midiendo con un luxómetro. Se trata de un instrumento que informa la iluminación real de un ambiente ya que muchas veces la percepción humana es engañosa. En otras palabras, mide la cantidad de luz total visible y la intensidad de la iluminación sobre una superficie. El luxómetro mide por luxes (lx), unidad derivada del Sistema Internacional de Unidades para el nivel de iluminación y cada lux equivale a un Lumen por metro cuadrado.
Por supuesto, no existe un nivel de iluminación universal, sino que este nivel dependerá del tipo de espacio y trabajo. En Argentina contamos con el Decreto 351/79 de Seguridad e Higiene en el Trabajo, más precisamente el Anexo IV sobre Iluminación y Color, que define la intensidad mínima de iluminación:
- Para una visión ocasional que permita movimientos seguros en lugares de poco tránsito, como ser sala de calderas o depósito de materiales voluminosos solamente se necesitan 100 lux.
- Para tareas intermitentes, fáciles y/o mecánicas, con contrastes fuertes, como por ejemplo, inspección, contado de partes o colocación de maquinaria pesada es recomendable de 100 a 300 lux.
- Para tareas moderadamente críticas y prolongadas, actividades mecánicas y manuales, inspección y montaje; trabajos comunes de oficina se necesitan entre 300 y 750 lux.
- Para tareas severas, prolongadas y de poco contraste como trabajos finos y manuales, montajes e inspección; pintura extrafina o sopleteado lo recomendado es de 750 a 1500 lux.
- Para tareas muy severas, prolongadas y detalles minuciosos, como montaje e inspección de mecanismos delicados, fabricación de herramientas y matrices; inspección con calibrador lo adecuado es de 1500 a 3000 lux.
Consecuencias de una inadecuada iluminación en el trabajo
Sin dudas, una iluminación inadecuada puede causar numerosos riesgos para la salud de las personas. Algunas de las consecuencias más comunes son las molestias oculares, pesadez en los ojos y los trastornos visuales, incluso fatiga mental o muscular, dolores de cabeza, vértigos y ansiedad. También pueden producirse deslumbramientos, es decir, disminución de la capacidad visual o distorsión de la percepción ocasionada por la presencia de elevada luminiscencia o contrastes de la misma. Otros efectos pueden ser anímicos, como falta de concentración, productividad, baja atención y desánimo.
Posibles causas de una mala iluminación
Es importante tener en cuenta algunas de las posibles causas de una inadecuada iluminación para evitarlas y garantizar un espacio de trabajo seguro y saludable para todos los empleados. Aquí las comparto:
- Falta de mantenimiento de las instalaciones: lámparas, bombillas o luminarias que no se reemplazan cada cierto periodo de tiempo o no se las controla.
- Diseño deficiente del sistema de iluminación en el trabajo: ubicación inapropiada de las luces, distribución irregular de la iluminación o falta de suficientes puntos de luz.
- Obstrucciones físicas: estanterías, equipos o muebles que bloquean la luz.
- Fenómenos ambientales: luz natural insuficiente durante el día debido a la ubicación del edificio o falta de ventanas.
- Normativas y regulaciones incumplidas: falta de atención a los estándares de seguridad y salud ocupacional e incumplimiento de normativas y regulaciones establecidas por las autoridades competentes en materia de iluminación.
Para prevenir una inadecuada iluminación en el trabajo es necesario realizar evaluaciones y controles de riesgos y ajustes periódicos. También es crucial realizar tareas de mantenimiento y garantizar el cumplimiento de las normativas y regulaciones pertinentes.
Una adecuada iluminación permitirá mejorar los resultados del trabajo, evitar accidentes, enfermedades y generar un ambiente saludable y propicio para los trabajadores.
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